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¿Sabías que existe un polímero que luce exactamente como un vidrio?
Así es, comúnmente se le conoce como ionómero o resina ionomérica y se trata de un copolímero de etileno con ácido acrílico o metacrílico y iones metálicos. Esta química tan compleja ofrece un polímero con el brillo y la transparencia del vidrio aún a espesores mayores a 5 cm, cosa que no se logra con cualquier otro plástico.
Además los ionómeros tienen extraordinaria resistencia química, resistencia al rayado, al impacto y cierta repelencia a grasas entre otros beneficios que los hacen ideales para su uso como tapas de perfume.
Una tapa de vidrio pesa casi 3 veces más que una tapa de ionómero y se rompe fácilmente. Si esto no fuera poco, de acuerdo a la USEPA (US Environmental Protection Agency) el vidrio requiere 3 veces más energía y emite 4 veces más de CO2 al reciclarlo que el ionómero (o cualquier otro plástico) y para transportarlo se emiten 2.6 veces más de CO2.
Así que las resinas ionoméricas presentan una opción 100% reciclable, amigable al ambiente y seguras en su manejo como tapas de perfume.
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