Reciclado de Poliestireno Expandido
El poliestireno expandido o espumado (EPS), mejor conocido como unicel, es una de las formas más comunes de plástico. Lo ves todos los días en los vasos desechables térmicos para café, en los empaques de huevos, protegiendo mercancía dentro de cajas, etc.
El EPS es alrededor de 95 por ciento aire. Su ligereza y maleabilidad lo convierten en un buen material aislante, añadiendo amortiguación pero poco peso y algunas de las mismas cualidades que hacen que el poliestireno expandido sea útil también pueden perjudicarlo cuando se trata de reciclar. Su ligereza significa que es difícil recolectarlo directo de las calles ya que a menudo se va volando, convirtiéndose en basura. Debido a que es voluminoso, es difícil y costoso de transportar y muchos programas municipales de reciclaje no lo aceptan.
Hay cuatro opciones principales de reducción de desperdicio de EPS:
Reducir: se refiere a la reducción de los recursos naturales utilizados. Al optimizar el diseño del paquete, los moldeadores pueden reducir el uso de EPS, reduciendo así la carga y el costo ambiental. El empaque de EPS se puede utilizar de muchas formas después de su uso original.
Reutilización: el empaque de EPS se puede reutilizar como protección en el empacado para el transporte de productos. Otra simple reutilización del envase es triturarlo y usarlo como acondicionador del suelo para mejorar el drenaje y la aireación. A menudo, las bandejas de semillas y botes de EPS se reutilizan de esta manera en los centros de jardinería.
Reciclar: es el reprocesamiento de los envases de EPS usados para fabricar un nuevo material, como el reemplazo de madera dura para muebles de jardín, el reemplazo de láminas para techo y nuevos artículos de plástico.
Recuperar: el EPS tiene un poder calorífico muy alto, más alto que el del carbón, y puede quemarse de manera segura dentro de las unidades de recuperación de energía, o incineradores, sin emitir humos tóxicos o dañinos para el medioambiente.
RECICLAJE INDUSTRIAL
El proceso de reciclaje del EPS implica alimentar la espuma de poliestireno expandido (EPS) recolectada a través de cintas transportadoras en una máquina que primero tritura el material.
Los densificadores de espuma transfieren el material a una extrusora de plástico donde la espuma se expone al calor y la presión para que se derrita en una pasta. Esta espuma densificada se extruye a través de dado, y cuando se enfría, se solidifica en lo que se conoce como un lingote. Este proceso de fusión es el más eficiente, reduciendo hasta 90 veces su volumen original y sin producir emisiones.
Los compactadores toman el material triturado y comprimen la espuma en bloques apretados. Este proceso reduce el volumen de la espuma en hasta 50 veces su volumen original y convierte la espuma de poliestireno en bloques limpios y densos. Aunque no es el más eficiente, compactar la espuma mediante este método facilita el transporte del material.
Otro método es usar un hidrocarburo líquido conocido como limoneno, que se puede extraer de frutas cítricas, para disolver la espuma. Un par de compañías han utilizado este proceso como un método de reciclado de espuma respetuoso con el medio ambiente.
México cuenta con varios centros de acopio así como con un Plan Nacional de Manejo de Residuos de EPS: https://reciclaunicel.com.mx/principal
En el resto de América Latina, Argentina, Uruguay y Brasil manejan programas y se encuentran inscritos en la EPS Recycling Organization: http://epsrecycling.org/
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