Los defectos maxilofaciales extensos resultado de un traumatismo o de un corte por un problema oncológico son un desafío reconstructivo. En la reconstrucción de estos tipos de defectos se han utilizado varios injertos de otra parte del cuerpo y materiales aloplásticos (materiales biológicos fabricados sintéticamente) junto con técnicas de tejidos blandos estándar. La poliéter-éter-cetona (PEEK) es un polímero lineal poliaromático semicristalino con una excelente combinación de resistencia, rigidez, durabilidad y resistencia al medio ambiente. Investigaciones recientes de PEEK como biomaterial resultaron en el tratamiento exitoso de la enfermedad de disco cervical.
En años recientes se han llevado al cabo una serie de reconstrucciones con implantes de PEEK personalizados. Todos con buenos resultados y funcionales post-operatorios sin complicaciones reportadas, tales como infecciones o extrusiones.
Los implantes de PEEK son personalizables, fácilmente trabajables y maquinables, inertes y no porosos además de bio-compatibles en contacto con tejidos y fluidos humanos.
La PEEK ha tenido éxito preliminar en el tratamiento de la enfermedad del disco cervical. Específicamente, la PEEK ha servido como un sustituto de los injertos óseos autógenos y las cajas de titanio en la fusión anterocervical. Los informes sobre el uso de PEEK en la reconstrucción de defectos maxilofaciales han sido limitados. Sin embargo, se cree que la PEEK, junto con un p
roceso de prefabricación que puede producir implantes específicos para el paciente, puede representar una estrategia aceptable en la reconstrucción de defectos maxilofaciales desafiantes. Además, debido a que los implantes PEEK son duraderos, viables y biocompatibles, el uso del implante puede llegar a ser más popular en el futuro.
Esta publicación está basada en estudios del Departamento de Otolaringología de la Universidad de Medicina John Hopkins en Baltimore, Maryland.
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