Los materiales elásticos son una parte común de la vida diaria, pero el nylon, elastano o polímeros comunes con los que la mayoría de nosotros estamos familiarizados son muy diferentes a un tipo específico de material que está siendo desarrollado en el laboratorio de Mitchell Anthamatten, Profesor Asociado de Ingeniería Química de la Universidad de Rochester.
Los materiales que salen de este laboratorio se llaman polímeros con memoria de forma, y tienen propiedades químicas que les permiten hacer cosas asombrosas. Estos polímeros tienen típicamente un estado permanente, que es el estado que siempre tienen antes de ser estirados en lo que se conoce como un estado temporal. Un atributo único de este material en particular es que se puede mantener su estado temporal aproximadamente a temperatura ambiente o por debajo, y volver a su estado permanente rápidamente, con sólo un ligero aumento de la temperatura. El contacto con la temperatura del cuerpo humano es suficiente para fundir las estructuras cristalinas dentro del polímero y devolverlo a su estado permanente.
La energía almacenada es otra capacidad importante de este material. Esta propiedad permite que estos materiales trabajen, mientras regresan a su estado permanente, como levantar un peso o comprimir algo.
Mientras que los polímeros con memoria de forma han existido desde hace tiempo, los científicos están desarrollando mejores métodos para elaborarlos, y pronto pueden convertirse en una parte de la experiencia diaria, al igual que muchos otros tipos de elásticos que ya lo son.