De acuerdo a la Organización de la Salud Mundial (World Health Organization) 1 de 5 niños menores de 5 años muere todo los días por enfermedades derivadas de tomar agua potable. Uno cada 21 segundos como resultado directo de agua contaminada y mala santificación e higiene.
El agua es vital para la vida y 663 MM de personas no tiene acceso a agua bebible, de la cual 2.4 millones de muertes podrían prevenirse cada año si la gente tuviera acceso a la misma.
Con esta idea en mente, en 1994 el Carter Center se acercó a la compañía Vestergaard para desarrollar un popote con un filtro que pudiera remover la larva de gusano de Guinea del agua. Vestergaard inicialmente diseño un filtro hecho de tela pero con el tiempo el material del filtro evolucionó con el uso de poliéter-sulfona (PES). Hoy en día, más de 37 millones de popotes conocidos como LifeStraw o Water is Life han contribuido a la casi erradicación por enfermedad causada por el gusano de Guinea.
La membrana de poliéter-sulfona en sistemas acuosos provee una eficiente remoción de partículas finas, bacterias, virus y hongos haciéndola una membrana muy versátil en la separación y filtración del agua.
La PES es una membrana inherentemente hidrofílica que se humedece rápidamente y completamente ofreciendo un filtrado rápido con desempeño superior.
Aparte del filtro de PES, el popote cuenta con cristales iodizados y carbón activado, que en conjunto remueven el sabor a iodo, bacterias y virus como la tifoidea, E-Coli, cólera, disentería y diarrea. Además de eliminar partículas dañinas de 125 micrones a un mínimo de 15 micrones.
Una vez más, un gran polímero ayudando a la humanidad.